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Etiopía 08.2013

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Etiopía, héroes del maratón

 

Esta vez me propuse hacer algo que tal vez sea menos espectacular que estamparme en para motor, pero os aseguro mucho más exigente y radical, para mí. Fui a correr, por primera vez en mi vida, una maratón, 42 y pico kilómetros, y lo hice en la tierra de los mejores maratonianos del mundo, Etiopía!!!. Lo tenía todo en contra; solo dispuse de cuatro semanas de preparación, cuando lo normal son doce, y arrastraba una pesada lesión de rodilla, por lo que me iba a acompañar mi super fisio Jordi Reig.

 

Durante tres semanas entrené en León, asesorado por Jordi, por Jose Villacorta y por Abel Antón, el mejor maratoniano español de todos los tiempos. La última semana de preparación la completé en Etiopía, para aclimatarme a la altura, al calor y a la humedad, con el gran Haile Gebrselassie!!!

En el programa os desvelaré cuál es el secreto para que los etíope sean inalcanzables. Haile me aporta un dato interesante, la mayoría de ellos iba corriendo a la escuela, él, en concreto, tenía que correr kilómetros cada día. Me traslado a Lalibela, un pueblo al norte del país, donde hay un conjunto de iglesias del siglo XIII excavadas en la roca del suelo que hoy siguen en uso y son uno de los principales centros de peregrinación de los cristianos coptos etíopes.

Tras otra parada intermedia en Addis, donde de nuevo entreno con el Gebre, y pude conocer a algunas promesas del atletismo etíope, me fuí al corazón de la región Arsi, de donde son los corredores etíopes. Se trata de un altiplano a 2.800 metros de altitud, donde está el pueblo de Bekoji, cuna de inolvidables medallistas como Bekele, Dibaba, Derartu Tulu, o Tiki Gelana. En Bekoji Jrealicé otro entrenamiento, que me permitió aclimatarme a correr en altitud (la ciudad de Awassa, donde se disputa el maratón está a 1.700 metros).

Desde Bekoji me dirigí directamente a Awassa. De camino me detuve en Shashemene, un pueblo de rastafaris jamaicanos, que volvieron a su tierra prometida, África, invitados por el emperador Haile Gebrselassie. Finalmente logré correr el maratón... Si queréis ver sufrimiento del bueno, cruel, penoso y largo como un día sin pan, no os perdáis este episodio. Es una forma diferente de conocer un país fascinante, y entenderéis por qué allí nacen y se hacen tantos corredores fuera de serie.