Por fin estoy aquí de nuevo con todas las ilusiones puestas en la escalada al Lhotse que como sabéis es la cuarta montaña mas alta del mundo con 8.516 m. Este campo base esta a 5.350 m, y para que os hagáis una idea esta a casi 500 metros mas alto que el Mont Blanc, que es la cima mas alta de Europa occidental.
Estimados lectores, una vez más un placer comunicarme con vosotros a trabes de la magia de los satélites. Hoy quiero describiros como será la escalada al Lhotse. Paso por paso. Hasta hoy habréis observado que solo he narrado hasta el campo I campo II, y campo III. Os preguntareis porque no avanzo. La respuesta es que el organismo tiene dos fases de aclimatación. Una llamada fase de adaptación. Es decir el cuerpo todavía no ha generado el número de glóbulos rojos necesarios para escalar sin morir en el intento estas altitudes extremas.
Este es un proceso lento que conlleva diferentes episodios desagradables como frecuentes dolores de cabeza, vómitos, mareos, taticardia, y dificultad para respirar. Quien no haya estado sometido nunca a los rigores de la altitud le diría que en ocasiones te encuentras como si estuvieras pasando una gripe muy fuerte y con estados febriles. Hay que recordar que solo en el campo base a 5.350 m, te falta el 50 % del oxigeno que vosotros ahora en España respiráis. Luego esta la segunda fase, que es cuando ya han pasado al menos 22 días desde la primera exposición a la altitud. A partir de esta fase, en teoría podríamos alcanzar las cotas de mas de 8.000 m, minimizando los riesgos, de un posible edema cerebral o pulmonar que son los problemas más frecuentes.
Aunque los investigadores médicos advierten que no todo el mundo aclimata igual, y que además esta la llamada barrera de la muerte establecida entorno a los 7.500 m. Aquí cualquier cosa puede ocurrirle al organismo, y en ocasiones el llamado “colapso fulmínate”, donde las personas se mueren sin mas. Para alcanzar el mejor estado de aclimatación, hay que subir y bajar frecuentemente desde el campo base a los dos primeros campos de altura, es decir Campo I (6.060 m), y campo II (6.400 m.). Aquí es donde mejor se aclimata, aunque es bueno alcanzar algo mas de los 7000m, al menos una vez. Cuando pase este proceso, que en total es de un mes y medio, estamos en teoría listos para el ataque final a cima.
Ahora dependemos de tres factores: 1º clima, 2º las fuerzas que nos queden y 3º concentración mental. El organismo al cabo de un mes y medio también esta deteriorado, y después de dos meses y medio seriamos incapaces ni siquiera de alcanzar los 7000 m. Por otro lado hay que vencer el miedo a traspasar esa barrera de la muerte situada a partir de los 7.500 m, en la que simplemente te puedes morir. Ahora que sabéis la agonía que supone ascender a mas de 8.000 metros, en mi caso serán exactamente 8.516 m, os describiré la ruta a seguir, pues también hay otros peligros inherentes a la propia escalada y nivel de dificultad.
El Lhotse es la cuarta montaña mas alta del mundo con sus 8.516 m, pero además es de los 14 ocho miles, la que cuenta con menos rutas de ascenso, concretamente dos. La ruta sur, terriblemente difícil, solo un a vez escalada, y la ruta nort-occidental, menos compleja, pero también de una gran dificultad. Esta será mi ruta técnicamente bastante mas complicada y expuesta que el Everest. Por alguna razón es junto al Kanchenjunga la montaña menos escalada de los míticos 14 picos de más de 8.000 metros que hay en el mundo. Hay contabilizadas alrededor de 160 ascensiones.
Y yo pretendo ser uno mas que engrose esa escasa lista, solo que no estoy dentro de ninguna expedición organizada, con toda la infraestructura que conlleva, pues sin duda el trabajar con varios escaladores en equipo además de un buen numero de serpas, aumentaría el nivel de éxito. Yo me he plantado aquí solo con un serpa, y estoy convencido de poder tener éxito. Opiniones no compartidas por el resto de expediciones muy potentes que tienen el mismo fin. Por poner un ejemplo: los chilenos son 14 escaladores (los mejores del su país), y 6 serpas muy fuertes. Yo he apostado una suculenta cena a que llego a la cima. Y mas me vale porque si no me voy a arruinar.
Imaginaros que nos vamos juntos a cima. No se os olvide coger la bufanda porque va hacer mucho frío. Este seria el proceso: Primero ascender al campo II del tirón (6.400m.), de esta fase ya tenéis mucha información de mis anteriores crónicas. Ahora quiero que estudiéis con detenimiento la foto: Para alcanzar el campo III (7.200 m.), hay que escalar un muro de hielo muy inclinado, en ocasiones hasta los 60º. No puede haber errores, pues sobre este hielo apenas entran las puntas de los pilotes y crampones (herramientas para progresar en el hielo).
Esta zona es muy fatigosa, pero imprescindible para llegar al campo III, que esta enclavado en el glacial colgante del Lhotse. Aquí hay que pasar una noche. Ya os dije que haría frío¡. Al día siguiente, casi sin comer y dormir, pues a esta altura a penas el organismo responde correctamente, hay que seguir escalando, primero continuar en vertical, para luego realizar una travesía en diagonal hacia la izquierda, para continuar escalando en vertical las llamadas bandas amarillas. Luego continua la escalda ligeramente a la izquierda, para finalizar en una gran roca llamada “la tortuga”.
Aquí se establece el campo IV a 7.900m. Este es un día duro, porque al ir solo con mi serpa, tengo que instalar el campo IV ese mismo día y portear todo lo que necesite, por lo que calculo que mi mochila pesara al menos 22 Kg. En este punto solo se puede instalar media tienda. Me explico: esta tan inclinada la pared de hielo y nieve, que hay que cavar una pequeña hendidura para conseguir una plataforma donde poder pasar una noche medio digna. Como mucho podré sentarme, pero nunca estirarme, pues no hay espacio. Literalmente estaré colgado en una pared a casi 8.000 m de altura. Y bajo mis pies un desnivel de casi 2.000 metros. Si alguno de ustedes se esta mareando o tiene vértigo, mejor que se de la vuelta al campo base o cierre las pagina del periódico y se le termina la pesadilla. Ha, ¡ pero todavía no os quitéis la bufanda, que el frío ahora arrecia.
Hacia las 5 de la mañana hay que partir para cima. Esto implica que hay que vestirse, y a esta altura vestirse es una tarea que se puede demorar mas de una hora, y de desayunar, ¡haber quien es el valiente¡, pues solo entrara algo de liquido, el resto, el estomago lo rechazara al instante, y seguro que manchas la bufanda. Si consigo salir de la tienda, que por cierto tengo que sujetar al hielo con tornillos, pues no existe otra manera, y dormir con el arnés puesto y sujeto con mosquetones a la pared de hielo, me espera la parte más complicada y técnica de todo el recorrido: Hay que ascender por un pala de nieve y estar alerta de posibles avalanchas, pues esta muy inclinada y debajo hay otra capa de hielo que hace que al pisarla la nieve, esta se deslice.
Así que alerta y con “cuidadin”, al cabo de dos horas habré llegado al couluar, o corredor. Es una perfecta línea vertical encajada entre dos paredes de rocas, hielo y nieve. Es de una estética y belleza sin igual, y más, a una altura de entre 8.150, a 8516 metros. Aquí se decidirá si llegare a la cumbre o no, pues hay que emplear toda la técnica de escalada aprendida a lo largo de mis años. Hay que moverse como un equilibrista en su trapecio. Una mano (con su guante por supuesto) se agarra a un saliente, la otra lanza el piolet hacia el hielo azul. Un pie se eleva despacio en extremo equilibrio, y clava las dos puntas delanteras de un certero impacto contra una columna de hielo. El otro pie prácticamente levitando araña la roca descarnada y consigue detenerse antes de resbalar.
Así será la escalada de los casi 400 metros finales. Imaginároslo: escalar al limite, fundiéndome con la única materia que encontrare: hielo, roca, nieve. Nada puede fallar, todo tiene que ser perfecto. Bailare la mejor danza de mi vida, para alcanzar la cima de esta montaña amiga. Se que si lo consigo, para mi será una nueva etapa como escalador. Habré realizado una de las líneas de ascenso más puras, dinámicas y hermosas de todos los ocho miles. Pero recordar que esta escalada de gran dificultad la estaré realizando a una altitud extrema, con vientos de cierta dureza, posiblemente cerca de los -30ºC, y con solo un 30% de oxigeno, lo que me obligue a llevar al menos una botella de oxigeno, para poder sobrevivir a semejante reto. Si todavía queda alguien ahí, y ha subido conmigo a la cima a trabes de estas líneas, le invitare a mi vuelta a tomar una cerveza en el Barrio Húmedo.
Ha ¡ ya te puedes quitar la bufanda¡. Como veis no es nada sencillo, y menos con la ayuda de un solo serpa, pero pienso que no hay que ponerse barreras, y sí perseguir retos. Este será sin duda el reto mas extremo de mi vida, pero lo afronto con optimismo, y sobre todo pensando en mi seguridad. Si veo que no puedo con el reto, pagare la cena a los chilenos, y me retirare, pero con el orgullo de haberlo intentado. Pero como llegue a la cima, los chilenos se tragaran sus palabras y me tendrán que pagar 14 cenas, una por cada expedicionario. ¡Creo que voy a engordar¡. Amigos gracias por acompañarme hasta la cima en esta crónica. Espero en unos días que sea una realidad y baile la danza más difícil de mi vida. Esta crónica se la dedico a toda la buena gente del Diario de León: ejecutivos, redactores, periodistas, señora de la limpieza, etc.., y también a todos los lectores del Diario de León, que como sabéis es su centenario. Gracias a todos por ser mi fuente de inspiración para afrontar este reto.
Jesús Calleja desde el corazón del Himalaya. www.jesuscalleja.es