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Tiburón Blanco 04.2008

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Voy a intentar el Desafío Extremo que más miedo me da, por encima de todos sin ninguna duda; Bucear con el tiburón blanco, sin jaula claro está, en Sudáfrica.

> ¡TIBURONES BLANCOS¡

Hola amigos, a penas han transcurrido unos días desde que os escribí en Namibia, y ya estoy en otro país, Sudáfrica. A tan solo dos horas de avión, se aterriza en Ciudad del Cabo, una hermosa city, llena de vida, vitalidad, color, a la vez que divertida. Son extrañas las sensaciones, pues es como si estuviera en cualquier ciudad Europea, limpieza, orden, calles limpias, etc. Pero os recuerdo que estoy en África y Ciudad del Cabo, es una especie de oasis en mitad de un continente cargado de problemas. Y aunque todo parezca perfecto, no es así. Los blancos esta claro, tienen un status diferentes a los negros, y existen los barrios margínales en los alrededores, donde viven mayoritariamente negros venidos de aldeas en busca de una parte de esa buena vida que prometen ciudades diseñadas por los blancos, y construidas por los negros. Bien es cierto que la democracia deja bien claro la igualdad, pero la realidad es que el equilibrio es frágil entre blancos y negros.

Yo he venido aquí por otros motivos. Mi siguiente Desafío, es intentar bucear con ¡Tiburones blancos¡. Si habéis oído bien, esta vez no habrá montañas o travesías, mi objetivo esta debajo del mar, y me enfrentare a una de mis peores pesadillas que se me manifiestan desde pequeño en los sueños, ver al todo poderoso y gigantesco Tiburón Blanco con especimenes que llegan a medir 6 metros.

Como es obvio, no vengo solo, si no que me acompaña como siempre Emilio mi cámara y mejor amigo, además de tres súper buzos: Karlos Simón un español especializado en tiburones, Oscar, un experto en buceo técnico, que ha sido campeón de España de fotografía, y Maria March que la conocéis del Polo Norte, que sin duda es de las pocas mujeres que hacen buceo de profundidad, sobre pasando los 100 metros. También nos ayudad en la organización un tal Jean Pierre. Este será el equipo para localizar, y diseñar la estrategia que nos permita bucear con los tiburones, en especial el blanco. Pero hay mas: Por primera vez intentaran unos españoles, es decir el equipo que aquí estamos, bucear con el gran tiburón blanco sin jaula, en mar abierto, y cebando antes la zona con pescado y sangre para excitar a los escualos. Yo en principio estaré en la protección de una jaula, aunque me están convenciendo para que yo también salga de la protección de la jaula, pero eso es algo que dudo mucho, ya veremos.

Lo primero que han hecho es llevarme al aquarium de Ciudad del Cabo, y adiestrarme para bucear con los tiburones toro. Nos hemos metido en la piscina con enormes peces y varios tiburones Toro. Ellos, mis amigos los buzos, están acostumbrados, pero imaginaros a un tipo como yo de tierra adentro viendo a medio metro la boca de un pedazo de tiburón con los dientes retorcidos a medio metro de mí. Ha sido bestial, y casi me lo hago encima.

Por lo menos ya se que dentro del agua son mas grandes que desde los cristales, y que dan mucho mas miedo, es mas, pienso que han detectado mis nervios y eso le ha excitado, pues venían de frente como si supieran de mi pánico.

También hemos probado unas mascaras que se llaman de presión positiva, y sirven para poder hablarnos debajo del agua y con el barco cuando estemos buceando en mar abierto. Es un trasto de mascara, pero dispone de micrófono y auricular y os podré contar de primera mano mi experiencia en este complejo mundo de los tiburones en el programa que estamos rodando para la serie Desafío Extremo, que próximamente se emitirán los nuevos capítulos en Cuatro.

Después de esta mi primera experiencia con tiburones en cautividad, al día siguiente hemos viajado a una localidad llamada Ciudad de Simon, donde hemos alquilado una casa junto al mar, y desde aquí haremos salidas en barcos a diferentes localizaciones para bucear con otros tiburones antes de enfrentarnos al gran blanco. Esto requiere de diferentes inmersiones para ir cogiendo confianza con estas bestias depredadoras.
Tengo la grandísima suerte de estar junto a este equipo, que son como maquinas. A Karlos Simón le he rebautizado como Geiper man, pues tiene un cuerpazo como una mula. De su bíceps saldría un cuerpo completo mío. A Oscar también le rebautice con el nombre de Hidro man, por esa pedazo de calvicie que el se encarga de pelar a maquinilla de afeitar, y como ya es por naturaleza de formas redondeadas, le va ni que al “pelo” este nuevo nombre. A Maria la llamo Cool Woman, porque ya la vimos en el Polo Norte, la “tía” nunca tiene frío a pesar de ser pequeña es matona.

Me siento protegido con mis súper héroes Geiper man, Hidro man, y cool Woman. Sin ellos yo ni de lejos se me ocurriría meterme en esta agua siniestras.

Hoy por la mañana nos hemos llevado un chasco al mirar por la venta y descubrir un día de perros, lloviendo, con vientos muy fuertes y mala mar, amen del frío que hace, aquí es pleno invierno. Lo primero que hicimos es ir a Internet y consultar la preedición meteorológica, y para más desgracias la cosa del mal tiempo, no ha hecho más que empezar. Durara al menos casi una semana. Se ha metido una borrasca procedente de la Antartida con vientos de 65 kilómetros hora, olas de 6 metros, lluvias intensas, aviso de inundaciones en tierra, y mar arbolada y de fondo. Vamos, que ideal de la muerte para bucear, y sobre todo para buscar tiburones. Me sentí aliviado pues pensé que no haríamos nada con este día, pero los súper héroes decidieron que bucearíamos a pesar de todo, y ni cortos ni perezosos se pusieron en marcha. Primero al club de buceo, después cogimos la barca de goma alquilada con un tipo que la maneja, que es igual que un tiburón martillo de aspecto, y nos fuimos a un apequeña cala, donde soltamos el barco, y nos pusimos a navegar en un mar horrible. Me tome dos biodraminas para no echar “la pela”, y pobre de Emilio que se quedara esperándonos en la braca con olas enormes que pasan a veces de lado a lado de la barca. Emilio si que es un héroe. Imaginaros el panorama que tenia por delante: la barca moviéndose enloquecida, las olas gigantes por todas partes, el mar negro, casi sin visibilidad, el agua muy fría, y debajo tiburones, aunque no el blanco. Con esas condiciones nos pusimos nuestros equipos, que para estos climas fríos son tajes estancos, que no les entra el agua, aunque un poco más complicado de utilizar. En realidad a mi me sobran tubos por todas partes, y los nervios me hacen cometer errores de protocolo, pero sin mas, hacen una cuenta atrás y a la de tres ya estoy en el mar batiéndome como un corcho flotando en grandes olas. Menos mal que Karlos Simón se hace cargo de mí y no me deja ni un momento.

Empezamos el descenso con fuertes corrientes que nos arrastran sin poder hacer nada. El capitán del barco tiene que estar atento de donde salimos pues podemos terminar saliendo muy lejos. Continuamos descendiendo hasta los 15 metros, y descubrimos un bosque enorme de algas de 15 metros de altura que crecen hasta 15 cm. diarios, se llama algo así como Kel. Buceamos entre este bosque en el que te enredas continuamente, y pronto aparecen pequeños tiburones, que incluso me atrevo a tocar uno de ellos. Después aparece el tiburón gato, también le llegue a tocar, aunque con mucho recelo. Luego apareció un tiburón vaca, y unos enormes peces que nos seguían a todas partes. Lo mejor los leones marinos, que vinieron unos cuantos y nos daban pasadas casi rozándonos. Lo hacen para que juegues con ellos, son muy curiosos. Lo peor de todo, la escasa visibilidad, que ponía los pelos de punta, pues daba la sensación que en cualquier momento aparecería un tiburón de grandes proporciones, y posiblemente a mi me diera un infarto. Da verdadero miedo estar sumergido en esas oscuras aguas donde existen escualos tan grandes, que pueden aparecer en cualquier momento de improvisto. Por suerte salimos a los 45 minutos sin novedades, aunque yo algo mareado por el embravecido mar. Casi sin descanso cambiamos las botellas y una nueva inmersión de 45 minutos. Vimos más o menos lo mismo, pero no llego a parecer en ningún momento ningún tiburón grande. No ha sido un buen día, pero esta aventura esta empezando, y todos los días bucearemos, cada vez mas complicado, y cada vez intentaremos localizar tiburones mas grandes, hasta preparar la estrategia para que los súper héroes buceen sin protección de la jaula de seguridad y cebando el entorno con pescado y sangre. Yo estaré en la jaula de protección, pero aun así son 6 metros de tiburón con una boca que entro entero de un solo bocado, y que si le da por saltar para cazar focas o leones marinos, puede colarse dentro de la jaula abierta por arriba, como ya ha pasado en alguna ocasión. Solo, y digo solo si se dan unas condiciones perfectas y puedo medir bien el riesgo, y no están demasiado excitados podré intentar salir de esa jaula, pero no prometo nada, esta vez si que será muy complicado conseguir el reto, de hecho ningún español y muy pocos en el mundo lo han hecho, estando la sangre y el pescado junto a nosotros. Antes iré paso a paso buceando con tiburones de menor tamaño, aunque potencialmente peligrosos como me cuenta Karlos Simón, que dice que se ha encontrado carne humana en algún estomago de tiburón Vaca.

Mañana revisaremos otra vez el tiempo para calcular el día propicio para los grandes tiburones blancos. Aunque seguro que mañana habrá inmersión de nuevo, pues estos tipos son muy duros y parece que no va con ellos lo de la meteorología adversa.

Amigos viviré unas semanas de alta tensión y os lo iré contando, estar atentos, solo pido que no me empiecen a decir después de este Desafío “tronco, que tal va esa vida”

Jesús Calleja desde los alrededores del Cabo de Buena Esperanza en la punta de África, a la espera de contactar con el Gran Tiburón Blanco.