Hace un año y un mes escribí mi última crónica desde este mismo lugar: el campo base del Aconcagua, la montaña más alta de América del norte, y del sur, además de ser la mas alta del mundo fuera de la gran cordillera del Himalaya y sus estribaciones.
Hace un año y un mes escribí mi última crónica desde este mismo lugar: el campo base del Aconcagua, la montaña más alta de América del norte, y del sur, además de ser la mas alta del mundo fuera de la gran cordillera del Himalaya y sus estribaciones.
El día 2 de febrero llegamos a la ciudad de Mendoza vía Santiago de Chile. Esta linda ciudad como dicen por aquí es el punto de partida para iniciar el ascenso al Aconcagua, da gusto pasear por sus calles en pleno verano, hay mas de 30ºC, y las están llenas de turismo local principalmente, pues es un lugar desde donde se pueden realizar muchas actividades: rafting, senderismo, paseos a caballo, escalada, y andinismo (el equivalente a nuestro alpinismo), y también son muy famosos sus vinos, especialmente la denominación de Malbec, un excelente caldo que hemos disfrutado tanto mi hermano, como Emilio y yo, que somos los que aquí estamos.
Pagamos los permisos, y nos ponemos en marcha hacia el parque provincial del Aconcagua, donde ingresamos el día 5 de febrero, en un hermoso día. La entrada se realiza por un lugar llamado horcones, y allí validan nuestros permisos de ascensión, y tan solo tres horas después estamos en un lugar llamado confluencia a 3.390 metros. Es obligado parar en este punto a dormir para aclimatar nuestros cuerpos, que se tienen que adaptar a la altitud, que en esta parte del mundo “pega” especialmente. La causa es que el cerro Aconcagua de 6.962metros de altitud (prácticamente un siete mil), esta situado en un centro de bajas presiones casi continuas, y otro factor determinante es que no hay bosques en ninguna de sus laderas, y ni siquiera a muchos kilómetros de distancia, por lo tanto no hay un aporte extra de oxigeno proveniente de la zona boscosa como ocurre en otras grandes cordilleras (por ejemplo en el Himalaya por la vertiente nepalí). Como resultado la sensación de respirar en altitud es mas dificultosa, el aire esta mas enrarecido, y la sensación de altitud es de al menos 500 metros mas, aunque algunos, como por ejemplo los guarda parques lo llaman el pequeño ocho mil. Por lo tanto la cima estaría situada a unos 7500 metros, si esta estuviera en el Himalaya del Nepal. Todo el mundo que ha escalado en ambas cordilleras coincide en este fenómeno.
El día 6 de febrero seguimos con nuestro programa de aclimatación, y decidimos acercarnos a la cara sur del Aconcagua, por un itinerario paralelo a un glaciar llamado Horcones inferior, que en el año 2003 y 2004, sufrió una grandiosa avalancha, de tal cantidad de masa de nieve, hielo y piedras que el glaciar avanzo ¡ tres kilómetros y medio¡, llegando en estos momentos prácticamente a los 3.300 metros de altitud. Incluso un estudioso de los glaciares que en ese momento registraba este inusual avance llego a medir en un solo día 30 metros de desplazamiento, algo casi único en el mundo.
Emilio, Kike y yo alcanzamos el campo base de esta cara sur a 4.100 metros de altitud, y las vistas del Aconcagua son simplemente bestiales. Esta cara sur es la de mayor dificultad con un desnivel de 3000 metros, y es tan difícil cualquier itinerario, que muy pocos han conseguido su ascenso, y muchos los que han perecido escalandola, es verdaderamente una locura solo intentarlo. Yo se que jamás en mi vida ni si quiera se me pasara por la cabeza escalar esta implacable cara sur, que en estas latitudes es la que recibe mas nieve, frío y vientos huracanados, pues equivale a nuestras caras norte.
Regresamos a Confluencia, pasamos una noche y al día siguiente día 7 de febrero emprendemos camino al campo base llamado: Plaza Mulas. Hemos decidido ascender el Aconcagua por la ruta “normal”, es por donde lo intente el año pasado y creo que debo volverlo a intentar por aquí. Técnicamente no tiene ninguna dificultad, solo hay que vigilar los cambios bruscos del tiempo y la extrema altitud. Me resulta muy curioso observar la gran cantidad de personas que ascienden por esta ruta y eso quiero verlo y gravarlo para nuestro programa de televisión DEAFIO EXTREMO. Por esta razón hemos decidido después de barajar otras rutas, ascender por la ruta mas frecuentada.
La jornada de hoy, al campo base será muy larga, casi 40 kilómetros. Comienza en una gran llanura llamada playa ancha. Tenemos suerte, pues por la noche a nevado tres dedos, y evitamos el abundante polvo que caracteriza esta parte monótona, y además logramos montar en unas mulas (algo peligrosas) y realizamos un placentero paseo de unos 15 kilómetros por este aburrido recorrido. Después continuamos caminando, ya, por un paisaje diferente mucho mas entretenido. Lo malo es que nos vuelve a sorprender la nieve y el viento, llegando al campo base helados de frío y cansados.
Nos registramos ante los Rangers, pues ellos controlaran cuando salimos del parque, de este modo nadie desaparece, y te enseñan las normas de obligado cumplimiento. Hay dos fundamentales: Primera: las referentes a la salud y a no negarte a realizarte un control medico si ellos lo consideran necesario, por si ven que algo en tu cuerpo va mal con la aclimatación. Segunda norma de oro: el cuidado del parque. Jamás se tirara basura, y en los campos de altitud se emplearan bolsas especiales para hacer nuestras necesidades orgánicas que bajaremos al campo base y mostraremos para demostrar que nos hemos traído de vuelta nuestra “mierda”, de este modo nada queda en la montaña. Es agradable saber que todo esta muy limpio y las normas se cumplen al pie de la letra.
Una vez en el campo base, buscamos entre la ventisca nuestro campamento. Hemos contratado una empresa que resulta ser la mejor de la zona. Nos sorprende ver tiendas comedor tipo “Domo” de un lujo al que no estamos acostumbrados, otra tienda “domo” con 12 literas; algo increíble para un campo base. La comida es simplemente excepcional, el servicio de una amabilidad exquisita. Disponemos de servicio de teléfono e Internet, hay incluso pequeñitas calles por el gran campamento, donde estamos unas 800 personas. Disponemos todos los que aquí estamos de servicio gratuito de helicóptero en caso de evacuación por problemas de altitud u otras causas.
En fin, que no dudo en decir que es el campamento de altitud mas lujoso del mundo.
La causa de tantos servicios lujosos y tantas precauciones médicas y de limpieza, es que aquí vienen muchas clases de personas: los montañeros de toda la vida que saben a que vienen y respetan esta gran mole montañosa, y también hay un público diverso, pero muy abundante que están más perdidos que un mono en un garaje. Hay agencias de viaje que venden esta ascensión como algo tan fácil que lo dan por echo, otros que en su vida han estado a mas de tres mil metros de altura y dan el salto a un siete mil, simples turistas de paso por Argentina que en el ultimo momento alguna agencia local les convence que es muy fácil ascender, y se apuntan. En fin, todos los días hay varios evacuados, en helicóptero. Hoy 6 vuelos. El hospital del campo base, se llega a saturar de casos, casi todos de mal de altura, siempre hay un reten de dos médicos cuidando durante la noche casos graves de mal de altura que necesitan de atención continuada hasta el amanecer para ser evacuados en helicóptero.
Resumiendo, es un rosario de situaciones complejas que se suceden una detrás de otra por la inexperiencia e irresponsabilidad de gran numero de personas que se adentran en un mundo llamado altitud que desconocen por completo, acarreando graves casos de edemas cerebrales, edemas pulmonares, paros cardiacos, congelaciones, e incluso la muerte, pues todos las temporadas mueren al menos tres o cuatro personas, y que gracias al helicóptero y los nuevos equipos de rescate y médicos como nos dicen los rangers, este numero a bajado considerablemente, pues antes había mas de 10 muertos por temporada.
Hoy día 8 estoy escribiendo esta crónica desde la comodidad de mi saco de dormir, pues fuera hace mucho frío, esta todo nevado, y en las partes altas esta enganchado el llamado “viento blanco”, que son rachas huracanadas de aire mezclado con nieve, que prácticamente anula la visión. Con este clima seria imposible un intento a cima, pues la sensación térmica es menor de los 40 grados bajo cero, no se vería nada y seria facilísimo perderse, si no sales volando por algún abismo. Nos toca esperar, mientras continuamos el proceso de aclimatación. Mañana a pesar de que el tiempo esta revuelto subiremos a los 5.050 metros a un lugar llamado campo Canadá a aclimatar, y descenderemos en el día al campo base, para a descansar un día más. Tenemos que realizar los llamados dientes de sierra. Sube alto, duerme bajo, es el mejor sistema en los primeros estadios de la aclimatación para alcanzar un estado optimo para el día de ataque a cima, que hay que recordar, que aquí el aire esta especialmente enrarecido y necesitamos una muy buena aclimatación. Lo mejor, que en este campo base hay de todo, es como un pequeño pueblo, pero esto ya os lo constare en la siguiente crónica, pues os sorprenderéis de los pobladores y visitantes de este paradójico lugar a 4.300 metros de altitud. Para avanzaros algo, existe hasta una galería de arte. Ya no os desvelo mas hasta la siguiente crónica.
Jesús Calleja desde el otro lado del charco.